Perdona, me he equivocado... ¿Y ahora, qué? ¿Hay perdón en la violencia de género?
Cuando somos niños/as estamos continuamente aprendiendo. Las personas mayores que nos rodean nos explican de la mejor forma posible todo aquello que desconocemos para que lo aprendamos. Por nuestro desconocimiento se nos permiten muchas cosas que a medida que vamos creciendo tenemos que asumir como propias de nuestra sociedad y repetir el patrón aprendido para seguir las normas sociales.
Pedir disculpas cuando hemos hecho algo "mal" (algo que no está aceptado en nuestras normas sociales) es una de esas cosas que aprendemos desde la infancia.
Pedir disculpas cuando hemos hecho algo "mal" (algo que no está aceptado en nuestras normas sociales) es una de esas cosas que aprendemos desde la infancia.
Por ejemplo: Cuando en el parque un/a niño/a le quita el juguete a otro/a niño/a. Le enseñamos que no se quitan las cosas de los demás, que tenemos que pedirle perdón y probablemente también que nuestras cosas hay que compartirlas con otros/as niños/as.
De alguna manera lo que aprendemos es, que lo correcto es reparar el daño que hemos provocado.
A medida que vamos creciendo vemos que provocar daño a las demás personas está mal visto socialmente, por ello necesitamos realizar una acción que cambie esta situación. Hacer algo para ser aceptados socialmente. Parece que esta fuera la forma natural de actuar, la socialmente aceptada.
A medida que vamos creciendo vemos que provocar daño a las demás personas está mal visto socialmente, por ello necesitamos realizar una acción que cambie esta situación. Hacer algo para ser aceptados socialmente. Parece que esta fuera la forma natural de actuar, la socialmente aceptada.
Provocar dolor o daño tiene consecuencias para quien lo hace, que generalmente no son positivas ni agradables. La sociedad rechaza a estas personas, se las deja de lado y cuando este daño provocado es extremo tiene consecuencias a nivel penal.
Sin embargo, no sé muy bien cuando, ni cómo pero hay un momento en el que reparar el daño que hemos provocado no es necesario y es admitido socialmente.
Hace unos días tan solo he sabido que la justicia española me reconoce que se equivocó, reconoce que no se hizo nada por proteger a dos menores de su agresor. Las consecuencias de esta desprotección fueron mortales. Ante la muerte no hay reparación posible. Son los efectos de la violencia de género, de la violencia vicaria.
En la violencia de género no podemos mirar hacia otro lado, como se recoge en la exposición de motivos de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género: "La violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Al contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión."
Siendo así, el Estado debe ser el máximo representante en el cumplimiento de la ley.
Hemos avanzado y sabemos muchas de las causas que favorecen la impunidad de estos violentos. Es el momento de aprender de nuestros errores, de aplicarlo al día a día de la violencia de género. Para mi la reparación que se puede hacer en violencia de género es esforzarse el máximo posible en no tener que reparar nada. Y me explico, si ponemos todos nuestros esfuerzos en conocer las situaciones por las que pasan las víctimas, si ponemos el foco en el agresor y se le "aisla socialmente" conseguiremos que la violencia desaparezca.
Unirnos frente a la violencia y los violentos es la forma de que acabe. Toda la sociedad está implicada en ello y puede poner su granito de arena. Pero digo yo, que si el Estado ha reconocido que se ha equivocado, tiene que poner los medios para que no se repitan los errores. Por lo tanto y haciendo referencia a lo que se me reconoce:
Protejan y escuchen a la infancia víctima de violencia de género.
Escuchen y atiendan la búsqueda de ayuda de la víctima de violencia de género.
Apliquen la legislación vigente de forma adecuada.
Sólo con estas tres cosas se produciría un gran cambio en la violencia de género de este país. Merece la pena intentarlo aunque sólo se evite una víctima.
Itziar Prats
Ley Orgánica 1/2004 , de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género: https://boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2004-21760